Esta semana hemos podido realizar un curso de Harvard sobre la gestión de crisis. Las crisis son dolorosas y a veces devastadoras, pero también marcan puntos de inflexión. En este curso hemos podido descubrir diferentes prácticas para saber actuar a pesar de la incertidumbre, a comunicarnos claramente, a liderar con compasión y a recuperar el impulso a medida que la crisis disminuye.
En estos cinco simples pasos hemos podido llevar todo esto a cabo.
En primer lugar, tenemos que saber que se necesita para hacer frente a una crisis, hay preguntas que debemos hacernos como, ¿qué está en juego para nosotros?, ¿qué tenemos que hacer? O ¿cómo podemos ayudar? Para responder a estas tienes que confiar en tus instintos y tus habilidades, pero sabiendo que tienes un margen de error al estar en una situación como esta. Las habilidades más efectivas son, responder rápidamente, la comunicación temprana y frecuente, conectar con compasión y recuperarse.
En segundo lugar, tendremos que saber cómo responder rápidamente a la crisis, para ello hay que saber trabajar bajo presión. Tenemos que conseguir que la crisis no se intensifique, hay veces que dejamos que nuestras experiencias pasadas hagan que se nuble nuestro juicio, otras que no queremos hablar primero o esperamos algo mejor o incluso que estamos esperando mas información, pero todo esto hay que dejarlo de lado y ser valiente. Tenemos unos pasos a seguir para completar esta fase, en primer lugar, evaluar la situación, después recopilar los aportes de las personas y por último, formular un plan.
En tercer lugar, tenemos que comunicarnos temprano y con frecuencia durante una crisis. El equipo suele estar preocupado por preguntas como, ¿estamos a salvo?, ¿cómo me veré afectado a mi y a mi trabajo?, ¿cuánto tiempo podría durar esto? O ¿cuándo sabremos más? Es importante saber que en esta situación no solo hay que cuidar a las personas de dentro de la empresa, sino que también hay que prestar atención a clientes y proveedores.
En cuarto lugar, tenemos que liderar con compasión en la crisis ya que esta es mental y físicamente agotadora. Hay que entender el dolor de tu equipo y hacer algo para aliviarlo. Además, hay que crear puntos de contacto para mantener a las personas conectadas, como pueden ser reuniones, reflexiones, registros individuales…
Y, por último, tenemos que aprender a salir fortalecidos de la crisis. Tenemos que ayudar al equipo a recuperarse y sanar, tienen que darle sentido a lo que les acaba de suceder. Finalmente tendremos que trazar un camino a seguir.
Una vez finalizado el curso, he aprendido a tomar medidas rápidas y decisivas en situaciones volátiles y a adaptar los planes según sea necesario, a comunicarme claramente manejando la incertidumbre y compartiendo lo que se, a conectarme a mi equipo para que sigan siendo igual de productivos y a ayudar a los miembros del equipo a recuperarse tras la crisis, mediante el aprendizaje en estas situaciones y ganando un nuevo impulso.